El futuro negro de China...

Por: Teresa M.G. Da Cunha Lopes



En este mes de los Óscares y del Grammy hablemos de otro tipo de “nominaciones”. Si pudiera hacer una encuesta entre los economistas, pienso que el país “nominado “ este año para el “premio al siguiente crack financiero” sería......China!

La desintegración de la zona del euro y una profunda recesión en Europa han concentrado los miedos y las incertidumbres apocalípticas, tanto de los especialistas como de los legos en la Zona Euro. Sin embargo, yo me recuerdo de una vieja historia que me contaba mi abuela Rosa sobre la inmensidad de la China , ese gigante con pies de arcilla que , decía ella “cuando estornuda hace tiemblar el mundo”.

Vivo en el terror de que la China entre en esta “influenza” económica. Por las noches, siento la opresión de un viento maligno que nos viene del Este. Este es mi peor terror y creo que empieza a ser la pesadilla de los analistas económicos, especialmente de los estadounidenses, que están observando desde las orillas el tsunami que significará el colapso de la economía china, verdadero motor del crecimiento mundial durante los últimos años.

No soy la única. El premio Nobel de Economía Paul Krugman se pregunta en su columna (blog) del The New York Times: ¿para cuando la quiebra de China ? “. Sus argumentos parecen irrebatibles y siniestramente premonitorios.

Paul Krugman, no se basa en las cifras ("Las cifras de China son mucho más un producto de ficción que en la mayoría de los otros países), ni se fía de los “expertos” ("No existen dos expertos que coincidan con los mismos argumentos”). Su análisis se basa en la aguda observación de la situación del país, que es una reminiscencia (un “remake” dirían los cinéfilos) de lo vivido en Japón durante los 80's o en los Estados Unidos en 2007.

Para los economistas, la burbuja inmobiliaria y la corrupción son las dos grandes manchas negras en la economía china.Todos los ingredientes de una burbuja a punto de estallar están presentes junto con las consecuencias que imaginamos, quiebras generalizadas y una grave crisis económica y social. Krugman describe esta situación en términos inequívocos: "No sabemos realmente si la propiedad ha creado una burbuja que muestra todos los signos de una explosión cercana: no sólo el aumento de precios, sino también ese tipo de fiebre especulativa que parece muy familiar - basta pensar en la costa de Florida años atrás. "

Krugman no está sólo. A su vez, Bloomberg suena también la alarma sobre la “montaña” de la deuda acumulada en China para proyectos de construcción faraónicos que no tienen ninguna posibilidad de ser rentables y de la realidad de las cifras escondidas por los desarrolladores, instituciones de crédito y los gobiernos locales, en un laberinto burocrático de tradición mandarín y de corrupción entre compadres.

El cálculo aproximado de la deuda de 231 organizaciones chinas de financiación local es cercano a los 4.000 millones de yuanes, o sea más de 430 millones de euros.. Confieso que yo me pierdo en estos océanos de números, de cifras y de montos de deuda. Las provincias y ciudades chinas ya no tienen los medios para poner fin a sus gigantescos proyectos. Obligatoriamente tienen la necesidad de obtener nuevos préstamos y todas están en situación de insolvencia.

Del mismo modo, la existencia de un sistema bancario paralelo ilegal y sin supervisión del banco central debilita aún más la economía: "Si el gobierno chino no está limitado por el imperio de la ley, se ve limitado por la corrupción generalizada, lo que significa que lo que realmente está sucediendo a nivel local no puede parecerse a lo que está dictaminado por Beijing " (Krugman).

Tal como Bloomberg y como Paul Krugman, espero ser "innecesariamente alarmista", pero es que en la realidad creo que "es imposible” quedarnos en el conforto del “ no hay que preocuparse”.

La historia siempre se repite y la reciente historia económica de China es muy similar a la caída de otros titanes que hemos observado en otros lugares.