A cien dias de "cambio" en Michoacan...

Por: Lic. Enrique Carbonell

Sin duda alguna que dentro de los primeros cien días de la administración de Fausto Vallejo Figueroa, destaca y se le reconoce por la sociedad el respeto a los derechos humanos de los michoacanos. Así lo reconoció la propia Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), quien señaló que “el Ejecutivo estatal ha sido respetuoso de los derechos inalienables de cada persona... Fausto Vallejo ha hecho honor a su palabra en cuanto a que su gobierno iba ser humanista“. Así lo afirmó el ombudsman michoacano José María Cazares. Incluso, poniéndose en entredicho su participación a través de la Secretaría de Seguridad Pública respecto a los actos violentos y delictivos provocados por los moradores de casas de estudiantes de la Universidad Michoacana el pasado 28 de abril, en el corazón del Centro Histórico de la ciudad de Morelia, en el que fueron detenidos 196 estudiantes y encarcelados -por unos días- 10 de ellos; para después ser liberados mediante acuerdo con las autoridades gubernamentales, la UMSNH, y reconocidamente con la Sociedad de ex alumnos Nicolaitas.

Es evidente que el mandatario michoacano actuó con prudencia y sentido común, y operó junto con su Secretario de Gobierno, Jesús Reyna García, con sensibilidad política, inteligencia y profesionalismo para resolver un grave problema que se repite año con año y que no es propio de este gobierno; sino al contrario, ha sido un suceso del que los gobiernos anteriores y las propias autoridades universitarias, han permitido y hasta fomentado.

Recurso que si bien no dejó contentos ni satisfechos a todos, si logró una salida y medida digna y definitiva, que pusiera orden y solución al conflicto. Mismo que algunos intereses de grupo, o partidistas, pugnaban para que el conflicto estudiantil se contaminara con otros movimientos sociales ajenos a la UMSNH, extendiéndose y complicando encontrar arreglos y acertar una salida política, que retornara la paz y la tranquilidad de todos los michoacanos.

Otro aspecto relevante de los primeros cien días del gobierno priista de Fausto Vallejo Figueroa, es la difícil situación financiera que recibió el mandatario michoacano la pasada administración, de parte del perredista Leonel Godoy, lo que ha sido un verdadero impedimento y un indiscutible lastre para tratar de iniciar con mejores resultados -a tan corto espacio de tiempo-, la diversidad de programas, proyectos, obras y acciones de la administración pública estatal, con amplificación a las administraciones municipales.

Porque de todos es sabido que la pesada carga de la deuda pública, imposibilita cualquier buena apertura de gobierno, toda vez que el compromiso heredado asciende, increíblemente - a finales de mayo- a aproximadamente 39 mil millones de pesos, lo que constituye una obligación sumamente onerosa, exorbitante y costosa para resolver los complicados y delicados problemas que se adquirieron para Michoacán por la deuda pública y los pasivos que ahogan las finanzas estatales.

No obstante a cien días de su administración, para el gobernador Fausto Vallejo en particular, como responsable de aplicar eficazmente políticas públicas en pro del desarrollo económico y social de los michoacanos, ha desplegado la mejor voluntad y empeño para que el gobierno federal entienda y razone que la situación ha cambiado, que ya no deben existir enconos partidistas, ni personales. Que se trata de un nuevo gobierno que procura el bienestar y desarrollo de su pueblo, sin distingos de partido, ideología, antipatías y malos entendidos registrados en el pasado reciente – cuatro años de pesadilla amarilla y negro-. Por lo que el mandatario michoacano ha pugnado y sostenido encuentros directos con la SCyCP a fin de que la administración Calderonista, permita ya el flujo de recursos presupuestales a la entidad, y no detenga y mucho menos recorte las partidas presupuestales y autorice las participaciones correspondientes y destine incluso mayores recursos para: la educación, generación de empleos, impulso al campo, salud, y combate a la pobreza; y muy especialmente, contribuya para de salir de la crisis de endeudamiento y quiebra financiera que nos abruma, apesadumbra, e impide concretar las urgentes necesidades del pueblo michoacano en todos los órdenes. Acciones de buena voluntad, juicio, y entendimiento que se deben dar cuanto antes para bien de todos los michoacanos, con la finalidad de superar una década de corrupción, mal gobierno, violencia y desprestigio.

En tal virtud, al tratar de hacer un balance de los primeros cien días de gobierno de Vallejo Figueroa, nos hemos referido sólo a esos dos acciones y propósitos sobresalientes, desenado que, sobre todo el descrito a cuestiones financieras tenga pronta solución y salida, para que con apoyo de la Federación, repito, el estado logre encontrar nuevas fuentes de financiamiento a través de la banca de desarrollo y comercial y obtener al mismo tiempo mayores ingresos, liquidez y solvencia económica.

Alcanzar ahorros presupuestales mediante el programa de austeridad anunciado y lograr mayores ingresos hacia las arcas públicas y el erario. Por su parte el estado se ha comprometido a actuar con transparencia y racionalidad en el gasto, sobre todo corriente. Recuperar bienes y dineros perdidos y mal habidos, a través de las respectivas auditorias oficiales y privadas, como de opiniones y dictámenes del Consejo Ciudadano, creado para los fines y propósitos de vigilancia e investigación de la multicitada deuda pública, etc.

Por consiguiente nos queda claro, que habrá que rechazar cualquier argumento doloso y mal intencionado, en cuanto a que existe parálisis en la estructura gubernamental; porque simple y llanamente, no dejaron recursos para hacer frente a tantas necesidades del pueblo michoacano.