Era lo previsto… Por Enrique Carbonell #PRI

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Por: Mario Enrique Carbonell Chávez.


Así lo expresé y previne, que por primera vez, una encuestadora como la empresa GEA-ISA transmitida por el diario Milenio, publicaba que el segundo lugar lo ocupaba el candidato de las izquierdas Andrés Manuel López Obrador, quien alcanzaba en ese entonces, 20 de abril, el segundo lugar en las preferencias entre los cuatro candidatos a la Presidencia de México, al desbancar de ese puesto a Josefina Vázquez Mota.

A sólo unas semanas de concluir las campañas presidenciales, tres días antes de la elección del primero de julio, en la encuesta de referencia, después de situar el primer puesto al aspirante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, con el 51 % de las simpatías, era seguido por López Obrador con el 25 % de las simpatías. Superando a Josefina Vázquez Mota, candidata del exiguo y en plena extinción gobernante Partido Acción Nacional (PAN), hasta el uno de diciembre de este electorero año. Habiendo quedado “La Jefa” en ese entonces, en tercera posición con el 23 % de las preferencias (Agencia EFE México, 20 abril), posición de la que nunca más se recuperó.

De tal manera que las previsiones estadísticas de dicha encuesta -para no entrar a las muchas otras habidas y por haber- confirmaron las tendencias reiteradas de supremacía en la preferencia electoral, e intención del voto, a favor del candidato priista a la Presidencia de la República, Enrique peña Nieto. Pues según el resultado del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), este dio a conocer que la coalición Compromiso por México encabeza los resultados de los comicios con 37.39 por ciento, seguida por Movimiento Progresista, con 32.47; el Partido Acción Nacional, con el 25.38, y Nueva Alianza, -léase la Maestra Gordillo-, con 2.37 por ciento.

Así tenemos entonces que para las elecciones presidenciales del primero de julio, las tendencias en las diversas encuestas le dieron un revés incuestionable a la candidata de la derecha, dando un giro a favor del tabasqueño, ya que la mayoría de esas venían reportando invariablemente en segundo lugar a Josefina Vázquez Mota.

Fenómeno que le favoreció, reitero, no solo al candidato de izquierda, ya que la guerra sucia diseminada por el PAN y su candidata, tanto en los execrables spots, como en los debates en contra principalmente del abanderado priista, se le sumaron en votos a AMLO, conformando un escenario favorable además al mismísimo Peña Nieto del PRI- Verde Ecologista, al desbancar a candidata que más lo estaba atacando con descalificaciones, acusaciones y demás agravios y descréditos.

Con ello también Peña Nieto se la quitó de encima, sin provocar discusiones alegatos y responder a los ataques - o sea casi sin despeinarse-, a una adversaria desesperada, desbocada y peligrosa, quien lamentablemente fue asesorada equivocadamente (se recordó la guerra brutal contra AMLO, al peligroso del 2006).

Por parte de las izquierdas, constatando que las encuestas no le favorecían al tabasqueño y sus partidos coaligados, y viendo que se mostraba estadísticamente un inminente triunfo electoral del candidato priista, no fue motivo de preocupación, alarma o reacción por parte del equipo de AMLO, dando la impresión que se mantuvieron demasiado confiados esperando que surgiera algo imprevisible e inesperado en las preferencias electorales de los militantes de sus tres partidos y simpatizantes.

Incluso se encomendaron en contar con la supuesta respuesta a la convocatoria de los sin partido, indecisos, los del voto útil, los de última hora; de los movimientos estudiantiles del 132, y más organizaciones populares, y reiteradamente a núcleos empresariales, como intelectuales; y hasta las bases panistas y priistas, a quienes frecuentemente convocaba AMLO. En tanto que mucha de la problemática en el apoyo decisivo a AMLO, estuviera enquistada en sus propias entrañas, en las ambiciones y divisionismos de sus tribus, lideres y gobernantes amarillos, rojos y descoloridos; de sus corrientes y personajes corruptos que tanto daño le hicieron; de la prepotencia y arrogancia de muchos de quienes se rodeó su candidato presidencial, así como de sus propias alianzas pragmáticas y convenencieras, repudiadas por los ultras de izquierda, y bases perredistas.

Por su parte los panistas hicieron todo lo posible, e imposible por estancar a su candidata, confesándose muertos políticamente desde un principio, como lo demostró el abandono casi total de los cuadros directivos y compañeros partidistas en la conferencia de prensa en la que reconoció su derrota, aduciendo eufemísticamente que las preferencias electorales no la favorecían. O sea, que estaba perdida.

Resultado obvio de su conducta, de su novatez e impericia y falta de tacto político, ya que ella misma se encargó de retroceder en las encuestas, debido a sus constantes pifias, arrogancias, errores y descalabros, por todos conocidos.

Traspiés y reveses políticos que ni con los similares cometidos por su contrincante priista fueron factor suficiente para darle alcance y acortar las ventajas considerables porcentuales, entre ella y Peña Nieto. Pero sobre todo, su estancamiento se debio al hartazgo y desencanto de los que votaron por el “cambio”, por la “diferencia” –que nunca mostró, ni llegó- prometido por el PAN y Felipe Calderón desde el 2006. Quien con resultados desastrosos durante su gestión, con una estela de corrupción, criminalidad, mayor inseguridad, falta de empleo, aumento significativo de la pobreza, etc, convirtieron la esperanza en desaliento, la ilusión en desmoralización, la confianza en desengaño; y lo peor, la seguridad en perplejidad y pesadilla.
Era lo previsto… Por Enrique Carbonell #PRI Era lo previsto… Por Enrique Carbonell #PRI Reviewed by .Radiar Noticias Mx on 2:24 p.m. Rating: 5

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