Silvano: mal, Fidel: peor... Por Luis Patiño #Michoacan #PRD

En mi opinión...

Por: Luis Patiño Pozas


Por prudencia o por simple táctica del PRI, pero la izquierda en México domina la etapa pos electoral, y como nunca antes tiene la posibilidad en ambas cámaras de preparar su arribo a la Presidencia de México; Las primeras señales de Aureoles, parecen indicar que aún no lo entiende. Su co partidario Fidel Calderón, de plano, continúa obsesionado en envilecer lo que queda del PRD en Michoacán.

Existe un asombroso vacío en torno a las causas del tercer lugar del partido aún en el gobierno; tampoco los analistas y editorialistas se ocupan de resaltar los logros del PRI y solo recientemente empiezan a ocuparse de la agenda de reformas ante la inminente puesta en marcha de la siguiente legislatura.

La agenda mediática y el comentario cotidiano, gira en torno a la coalición encabezada por AMLO, sus denuncias, posibilidades y prospectiva.

Quizá la nueva oleada de inseguridad y latrama de la restructuración de la deuda estatal, disputa espacios a la izquierda mexicana, pero aún en dichos temas, conceptos como “las muertes de Calderón” y el no “aceptar presiones” posiciona a los personeros de este espectro ideológico.

Hace seis años, el PRI llegó en condiciones lamentables a la instalación de la legislatura, simplemente “no pintaba” y con una audaz y penetrante estrategia parlamentaria, no solo ofreció margen de gobernabilidad al Presidente Calderón, desplazó al infantilismo de izquierda pejista en el gobierno cameral y paulatinamente pavimento su retorno a los pinos.

De haber aprendido la lección, el “movimiento progresista”, a estas alturas ya debería haber trazado la ruta crítica para fortalecerse desde el Congreso de la Unión, en número y experiencia de legisladores llega mucho mejor que el tricolor en el 2006.

Cuestión de definiciones: ¿los legisladores de izquierda, se concentraran a conservar la red de complicidades publicas y privadas que construyeron a lo largo de 10 años de gobierno en Michoacán? O ¿se dispondrán a sacudir las instituciones con propuestas de políticas públicas?

¿Podrán abandonar el demagógico discurso de la igualdad, mientras que a la luz de todos, son ellos los principales beneficiarios de las “obras de gobierno”?
¿Serán capaces de abandonar su corta visión clientelar de la elección siguiente? ¿Aprobaran, como sus semejantes (que no iguales) brasileños, reformas de gran calado para el desarrollo económico y la competitividad mundial?

¿Serán capaces, de co gobernar desde las cámaras legislativas? ¿Aprobarán, junto al PRI, al PAN una política de estado en materia de seguridad y dejar por un momento el monótonorubro electoral?

Por ello, Silvano Aureoles, no pudo tener peor debut como coordinador de los diputados en San Lázaro, al defender a poco más de mil eventuales despedidos de la administración de Vallejo Figueroa.

Y peor aún, Fidel Calderón, que de manera mezquina “regatea” la restructuración de una deuda en la que fue operador protagónico y en cuya dependencia a su cargo, (Secretaria de Gobierno) presumo existen fuertes cantidades de desvío de recursos.

Defender a los “despedidos” y eludir y prolongar la necesaria revitalización de las finanzas estatales, implica defender un statu quo basado en la exclusión y la marginación de grandes sectores de michoacanos a cambio del privilegio de unos pocos (aunque sean mil perredistas).

Es faltar al principio elemental de la democracia y de los postulados de izquierda:
luchar beligerantemente, radicalmente por las libertades, por la transparencia y lograr una redistribución equitativa de los recursos públicos ¿quieren seguir beneficiando únicamente a su grupo?

Que se vayan despidiendo, de su fortalecimiento.