Regresa la CNTE #Michoacan

Por Erik Aviles


Recién arrancó el Ciclo Escolar 2012-2013. Más de un millón de escolapios de todos los niveles y modalidades, otro millón de padres de familia y más de 70 mil trabajadores de la educación retornaron a clases con la intención de formar ciudadanos que transformen esta realidad que mantiene a la entidad en los últimos lugares en decenas de indicadores. Hay mucha distancia respecto a las entidades punteras, que solamente se reducirá con el estudio sistemático y denodado, con el esfuerzo sistémico de una entidad que debe priorizar el tema educativo en su agenda pública.

Sin embargo, a pesar de la labor de más de la mitad de la población estatal, también está de regreso la beligerancia sindical por antonomasia en Michoacán: la CNTE, cuyos líderes intentan socavar la gobernabilidad en el sector educativo a varios flancos: realizando marchas, polarizando a la Nueva Jerusalén, posponiendo por meses el relevo estatal de sus líderes, rechazando a la transparencia y a los acuerdos educativos, etcétera.

Por ejemplo, realizaron una marcha el lunes 27 de agosto, en pleno repliegue disfrazado de victoria en el discurso de la CNTE, asumiendo miopía de su militancia. Con antelación, la SEE y varias expresiones sindicales ya habían anunciado el pago de los logros salariales gremiales, gestionados ¡ni más ni menos que por Elba Esther Gordillo! Reaccionando tardíamente, abandonando las aulas y cerrando nuestras calles intentaron mostrar músculo político ante la sociedad.

Al respecto, son importantes los resultados de la encuesta de INDES, en donde se señala que ante las marchas, plantones, tomas y cierres, el 65% de los encuestados prefiere que el gobierno utilice “el diálogo”, el 12% “el uso de la fuerza pública” y un sorprendente 15% refiere que “el gobierno les dé lo que piden”. Es decir, uno de cada siete michoacanos prefiere que se les llenen los bolsillos a los marchistas antes que analizar cuál es el trasfondo de sus peticiones. ¡Por eso estamos como estamos! Más que nunca, informémonos mejor y exijamos transparencia en las minutas que firma el gobierno con los grupos fácticos.

Por otra parte, continúan polarizando a la Nueva Jerusalén, donde de por sí, están defenestrados los principios de educación pública, laica, gratuita y de calidad. Conforme se ha avanzado en el proceso de negociación se ha sabido que hay militantes de la CNTE manipulando a un grupo que se autodenomina “liberal”, desvirtuando las raíces históricas del término. Ellos, de la mano de la CNTE rechazan que se impartan clases en una comunidad denominada “La Injertada”, próxima a la Nueva Jerusalén, como medida conciliatoria que propone el Gobierno del Estado. A cambio, la CNTE les ofrece apoyo frontal para marchar, tomar y asesorar a la disidencia neojerusalense.

Es un hecho que entre el fanatismo, la sinrazón de la CNTE echa raíces. Le pregunto amigo lector, ¿desde cuándo a la CNTE le preocupa que hayan 200 días de clases en escuela alguna? Si desde el arranque del ciclo escolar sus propios líderes se curaron en salud diciendo que era “muy difícil” que se cumplieran los dos centenares de días de labores, aduciendo que ellos “dan clases de calidad”, por lo que no les importa perder el tiempo. A puro valor michoacano se ostentan capaces de devorar contenidos programáticos en pocas sesiones, como ocurre anualmente en su “junio combativo”, cuando en cinco días hábiles imparten los conocimientos que tomarían 6-7 semanas normalmente… Eso dicen ellos, ¿pero quién les cree?

En ese contexto, ahora pretenden pastorear ahora a personas que escasamente promedian 2.5 años de escolaridad. A una comunidad ignorante se le manipula cual arcilla fresca, consideran los profesionales de la agitación e inestabilidad social. En Michoacán, el sindicalismo de la CNTE y la religión neojerusalense son los extremos paradigmáticos del uróboros del fanatismo, serpiente que se muerde la cola sin brindar margen alguno de negociación.

Habiendo exhibido el engaño al no aceptar soluciones conciliatorias, reduciendo al absurdo sus consignas y asumiendo como territorio propio el polvorín social llamado Nueva Jerusalén están jugando con fuego. No es para menos: se encuentran en una posición desesperada, fuera de la posición de privilegio que gozaron hasta el hartazgo en el cuatrienio anterior, que incluso les hizo soñar con acceder a la gubernatura del estado.

Actualmente la dirigencia de la CNTE tiene respiración artificial, manteniéndose en extrema beligerancia como distractor para evadir el proceso de renovación de su comité ejecutivo seccional, que desde mayo tuvo que realizarse. El grupo en el poder de la CNTE sigue negándose a retornar a las aulas, vendiendo al interior del sistema educativo la consigna de que su oposición es más beligerante que ellos, buscando apoyo para perpetuarse, siendo que bajo su yugo hemos vivido uno de los trienios más nefastos que se recuerden en la historia educativa michoacana.

¿Hasta cuándo Coordinadora abusarás de nuestra paciencia? La última palabra la tienen los padres de familia, la autoridad educativa y la particularmente la base magisterial, que si exigiese transparencia y democracia al interior de sus delegaciones, en cuestión de meses lograría arrancar de raíz este cáncer de la educación michoacana.

Comentarios: eaviles@mexicanosprimero.org y Twitter: @Erik_Aviles