Michoacan: Guerra de rumores... Por Luis Patiño

En mi opinión...
Por: Luis Patiño Pozas


Estaban en un bar elegante por el rumbo de Altosano, discutieron por algo que ella dijo, acerca del robo a la finanzas públicas y de como se derrocha el dinero en lugar de ayudar a los pobres. Al señor, no le gustó nada que le alzara la voz enfrente de sus poderosísimos amigos, todos ex funcionarios y ahora prominentes constructores ¡esta borracha! ¡Sáquenla de aquí! Ordenó a su numerosa escolta.

Al día siguiente la bella y joven abogada, amaneció sin vida en la suitte amueblada que le “rentaba” el “señor”. Dicen que fue suicidio, por depresión, al momento de su muerte contaba con seis semanas de embarazo y que el señor le sugirió “túmbatelo de inmediato” ¡no debe nacer! ¡Tú me quieres amarrar, pero agárrate a otro pendejo!
II

¡Te digo que está muy enfermo! ¡No llega a las posadas! Exclamaba el parroquiano en céntrica cafetería de Morelia, que atraía la atención de propios y extraños. El escucha más cercano y al parecer el más avispado increpó: ¿entonces, quién sigue? ¿A quién debemos apoyar? Al mismo tiempo que se levantaba de la mesa e informaba a sus acompañantes, voy por las organizaciones ¡esta no se me escapa! ¡Ni seré un segundón!
III

¡Como en el 68, en el 71! ¡Cómo en el 66 aquí en Morelia! Ya se vio en la pasada elección, los jóvenes y en especial los estudiantes, son “la nueva levadura” ¡además ellos no tienen ataduras, ni familia que mantener! ¡huevos les sobra para enfrentar lo que venga y al que venga! Ahí, debemos concentrar nuestro trabajo político, te aseguró que con ellos, logramos “matar a varios pájaros de una sola pedrada”.

Las anécdotas narradas aquí, no son hechos reales. Son producto de la imaginación delirante de quién redacta, pero constituyen ejemplos de la actual ola de rumores que se distribuyen en toda la entidad y que por su constante repetición, deja entrever una acción organizada.
No es intención de esta colaboración contribuir al clima de especulación, sí en cambio llamar a la reflexión en torno a la coyuntura que vive Michoacán.
La guerra de rumores a la que me refiero, más allá de averiguar quién está atrás de ella (ya se encargaran los aparatos de estado especializados de ello) es una estrategia de comunicación que “molesta”, que intenta desgastar a quién va dirigido, pero que no es la única victima.

Una sociedad que toma sus decisiones sobre la base de especulaciones o supuestas historias, es una sociedad impresionantemente frágil.

La única forma de encarar una estrategia de rumores es informando, transparentando; dar respuestas puntuales a los temas y situaciones que clarifiquen y con ello dispersar el rumor.
Un gobierno serio, comprometido con sus gobernados ¡no desmiente! Informa, sin tener preferencias, sin entrar en discusión con los periodistas que están allí cumpliendo con su labor, informa de manera integral e imparcial. So pena que las anécdotas sigan creciendo, para prejuicio del gobierno en turno, pero de la sociedad michoacana también. Y eso, no debemos permitirlo.