@FaustoVallejoF: Simpatía con pocos resultados #Michoacan

Por Mario Alberto Escutia

Fausto Vallejo se ha destacado por el gran carisma que le ha acompañado en toda su carrera política; sin embargo, hoy Michoacán vive los destrozos del “Huracán desgobierno” que dejaron los gobernadores y presidentes pasados. Los problemas del Estado ahora son como una gran madeja de hilos que se necesitan desenredar, y es un hecho que con omisión y simpatía no se resolverá nada.

En su primer año de gestión sus resultados fueron intermitentes; primero se mostro firme con ciertos sectores acostumbrados al chantaje y la limosna, tiempo después se lavo las manos y dejo al olvido los logros alcanzados.

La falta de credibilidad fue un gravísimo error que cometió su gobierno. En el tema de su salud, negaron que Fausto padeciera alguna enfermedad grave, hoy lo tiene en un hospital alejado de los reflectores y guardan hermetismo.

A principios de su gestión la regulación de información en ciertas dependencias fue cuestionada, sobre todo cuando acudíamos a solicitar versiones oficiales e increíblemente las negaban con justificaciones absurdas. En Michoacán no pasa nada, decían… y esos testimonios no son ciertos, decían… después salían a reconocerlos porque no se puede tapar el sol con un dedo. De ahí se desprendió un estricto monitoreo de medios de comunicación que terminaban en llamadas telefónicas y charlas en oficinas.

No es fácil resolver tantos males heredados; todo parte de la educación de los seres humanos, y ese es otro grave problema; las marchas y huelgas de maestros, estudiantes y hasta sindicatos han creado un terrible karma a los michoacanos y no se lo merecen. La solución del gobierno en un principio fue aplicar la ley, para luego retractarse y continuar firmando minutas, las cuales generan gastos irrazonables, porque no se terminan de satisfacen sus demandas ni tampoco dan resultados evidentes.

En el tema de la seguridad reconoció que al menos 16 comunidades se armaron para defenderse de los delincuentes, porque dicen, no hay autoridad que los defienda. Las estadísticas indican que los robos aumentaron en el primer año de su mandato, mientras que los asesinatos continúan presentes en todos los municipios y hasta el momento no hay una solución.

En el 2012 la economía del Estado se vio mermada por la falta de empresas y el alza en la tasa de desempleos, muchos negocios cerraron o se fueron a otros Estados.

En Michoacán, Fausto ha permitido más de lo mismo, dependencias con funcionarios nulos, muchos de ellos designados por amistad o compromiso. No cumplen con su misión, no dan resultados, pero ahí continúan.

Hoy Vallejo Figueroa se encuentra delicado de salud; aunque seguramente regresara antes de los 90 días; por ahora el cargo es ocupado por Jesús Reyna García quien no dudo continuará lo andado sin destacarse. Ojala Fausto mejore su salud y sinceramente dure muchos años, pero que no se confunda el carisma con la capacidad, ni se privilegie los deseos de terminar un periodo “a como sea” cuando esta en juego el desarrollo de un Estado y sus ciudadanos. Michoacán no esta para perder en tiempo en consideraciones, porque a nosotros los de a pie, nadie nos la tiene.