Unidad superior del pais para combatir la criminalidad: #FelipeCalderon #Prensa



* Encabeza el Diálogo por la Seguridad. Evaluación y Fortalecimiento, ahora con asociaciones religiosas

* La puerta está abierta para dialogar y encontrar soluciones corresponsables, afirma


* La delincuencia, enemigo común que debe ser tratada como tal, destaca
Resolver el problema de la criminalidad en México requiere un esfuerzo de unidad superior en el país, afirmó el Presidente Felipe Calderón Hinojosa en el Diálogo por la Seguridad. Evaluación y Fortalecimiento, al señalar que es necesario generar una política de Estado en materia de seguridad pública que esté por encima de los gobernantes, de los políticos y de los líderes empresariales, religiosos o de cualquier otra índole.

Ante representantes de las diversas asociaciones religiosas, y acompañado por los Secretarios de Gobernación y de Seguridad Pública: José Francisco Blake Mora y Genaro García Luna, así como por el Procurador General de la República, Arturo Chávez Chávez, y su Secretario Particular, Luis Felipe Bravo Mena, el Titular del Ejecutivo Federal les invitó “a que nos obliguen a los políticos a ponernos de acuerdo”.

Precisó que, de su parte, “ha estado siempre y seguirá estando siempre abierta la puerta y la invitación sobre la mesa para dialogar sobre este tema y para encontrar soluciones corresponsables”.

Argumentó que el enemigo común es la delincuencia, y ésta debe ser tratada como tal, “porque la delincuencia implica una enorme degradación de la sociedad y, entre otras cosas, una degradación de valores morales, de valores éticos. Es una situación que está asociada a la pérdida de cultura cívica, de sentido humano; a la pérdida de cultura ciudadana también”.

Además, continuó el Titular del Ejecutivo Federal, “esta situación está asociada, también, a la desunión, quizá, como bien se expresó por varios de ustedes, en la que el problema nos sorprende a los mexicanos. Cada quien abogando por su propio interés, cada quien abogando por su propia causa, cada quien abogando por sus personales preocupaciones o de grupo. Y la verdad es que siendo un enemigo común, nos obliga a actuar, esto es indispensable, a cada uno en el ámbito de sus respectivas facultades, de sus atribuciones, bajo un principio de corresponsabilidad”.

Detalló que, “es cierto, todos tenemos algo que hacer. Aunque también es cierto que las responsabilidades son muy distintas. No es la misma responsabilidad la que tiene un trabajador, que hace su mejor esfuerzo para llevar el sustento a su familia, que la que tiene un servidor, el Presidente de la República. No es la misma responsabilidad la que tiene una ama de casa, que la que tiene, desde luego, un policía, o un Ministerio Público, o un Gobernador”.

En ese punto, el Presidente Felipe Calderón destacó: “No busco, no busco, señores, resolver un problema sólo de mi Gobierno y mucho menos del partido político al que pertenezco. Éste es un problema del país”.

“Y quizá todos hemos contribuido a no generar de inicio este esfuerzo de unidad, pero repito, amigas y amigos, este problema es un problema superior del país que sólo se puede resolver con la unidad superior en el país; es decir, por encima de diferencias políticas, religiosas, regionales y de cualquier otra índole”, reiteró.

Dijo que, en ese tema, no va a ceder, y aseguró: “Yo seguiré trabajando, hasta el límite de mis fuerzas personales y hasta el límite de los recursos que la Constitución le otorga al Presidente de la República, para combatir la criminalidad”.

Indicó que ese compromiso está claro y sobre la mesa. “Y, además, con los costos y los riesgos que implica, también, de antemano, van por delante. Pero sí, necesito el apoyo de la sociedad; sí necesito del apoyo de los líderes, y sí necesito, también, la comprensión y el apoyo, y la corresponsabilidad, insisto, de los políticos. Pero, en cualquier caso, sé que si los políticos fallamos, como suele ocurrirnos, hay una sociedad que nos está exigiendo a todos y que ya no puede esperar más”, agregó.

En ese sentido, explicó que “por esa razón son estos diálogos, son Diálogos por la Seguridad, y son diálogos que buscan generar una política de Estado, que esté por encima de los gobernantes, de los políticos y de los líderes empresariales, religiosos o de cualquier otra índole, en el país”.

Ratificó que el tema del combate al crimen organizado en un asunto que sólo se puede resolver en unidad; de ahí que, por ello, insistió, “estoy acudiendo a todos, a todas las llantas del vehículo, como se dijo, a todas las patas de la mesa; a los empresarios, a los líderes sociales, a los académicos, a los medios de comunicación y, desde luego, a los líderes religiosos, que por cierto, un ejercicio como éste, entre el Presidente y líderes religiosos, creo que hacía mucho que no se daba en el país de manera pública”.

A los representantes de las asociaciones religiosas les manifestó:

“Tocan un punto ustedes en el que tienen, desgraciadamente, la razón. Y es que faltan los políticos. Y créanme que en todos los partidos, unos más, otros menos, yo he encontrado cierta disposición.

“Aunque aquí tal vez pueda aplicarse, también, una parábola, que es, toda proporción guardada, y dicha con el debido respeto, la parábola del banquete, en la que había un rey que organizó un banquete y el día cuando se llegó a la fecha del banquete, uno a uno de los invitados fueron excusándose para no ir, y lo que hizo el rey, entonces, fue salir al cruce de los caminos e invitar a quienes no han sido invitados en un principio”.

Por lo eso, añadió: “Yo estoy saliendo y pidiendo la ayuda de la sociedad, como también ya se la pedí a los partidos políticos y se la pedí al Congreso, y se la seguiré pidiendo, pero no me voy a quedar a esperar a ver a qué hora los intereses particulares terminan de estar por encima de los intereses nacionales”.

“Yo por eso voy a seguir hablando con la sociedad para buscar y encontrar en la sociedad el apoyo que necesitamos para movilizar a todo México a resolver este problema. Y sé que los partidos vendrán también. Pero si no vienen, sé que también esa sociedad que ustedes lideran y que otros lideran, serán capaces de hablar uno a uno con todos actores políticos relevantes del país para que sumen a esta tarea”.

Enfatizó que la corresponsabilidad de las autoridades de todos los niveles de Gobierno es fundamental. “Es impensable que el Gobierno Federal pueda hacerse cargo de todo este problema. Y no sólo porque no sea su competencia constitucional exclusiva, es una corresponsabilidad constitucional, sino porque aún física y lógicamente eso no es posible hacerlo”.

Consideró que el papel fundamental que pueden desempeñar las iglesias tiene que ver, desde esta perspectiva de corresponsabilidad, en la recomposición del tejido social y en la formación de valores, y agradeció a las asociaciones religiosas la percepción que tienen en el sentido de que somos corresponsables en la restitución de la seguridad pública, que haya una suma a este llamado y a este esfuerzo de unidad.

Puntualizó que en esa concurrencia de quienes quieren construir el bien común tiene que haber conjunción de esfuerzos, de actitudes y de tareas, “porque, evidentemente, esto es una amenaza seria al bien común nacional, quizá la más grave que tenemos en este momento”.

De ahí que, finalmente, expuso que “estos diálogos son parte de un proceso, como he dicho, para revisar lo que hemos hecho. Es decir, sabernos poder detener, o no detener en la acción, pero sí hacer una pausa en la reflexión para evaluar, desde el enriquecimiento de la sociedad, desde ser su retroalimentación, qué podemos hacer mejor y qué definitivamente debemos corregir”.
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