Lo mas grave de la Reforma Laboral, el pago por horas

Por Mario Enrique Carbonell

Sin lugar a dudas el problema de fondo, lo que más perjudicaría a la generación de empleos dignos, productivos y bien remunerados -más allá de la miseria de los salarios mínimos-, sería aprobar, tal cual, la iniciativa de reforma laboral enviada por el casi ya merito, ex presidente de México, -como lo llamó incluso ofensivamente su propio presidente -ese sí- del PAN “Maderito”, a Felipe Calderón; es lo pernicioso, negativo y perjudicial que resultaría, que los apenas recién llegados diputados y senadores –encabezados por panistas y negociados -según sospechan- los votos ya con buena parte de priistas y perredistas, con Peña Nieto-, y que aprobaran –fast track, o se “en chinga” y sin responsabilidad, ni tiempo para en análisis a fondo- la iniciativa de Reforma Laboral enviada, insisto, por el Ejecutivo Federal al Congreso de la Unión. Misma que repercutiría lamentablemente en la menor generación de empleos y baja de la productividad, además de ser sumamente peligrosa para la clase trabajadora y favorable y ventajosa para la patronal.

Para decirlo en términos claros, en palabras llanas, sería aun más lamentable, desastroso, e irreversible el daño a la clase trabajadora, el que se aprobara la iniciativa laboral de marras, contenido precisamente el último párrafo del artículo 83 que contempla el contrato por horas. Y con el cual se trata de engañar a los mexicanos repitiendo -como pericos de los palotes-, las practicas de este sistema en países desarrollados, como los Estados Unidos, Alemania, o Japón; sin considerar ni tomar en cuenta que el pago por horas en la Unión Americana es muchísimo mayor que en el nuestro - con miserables 40, o 50 pesos diarios de mínimos de hambre-, pues es de 8 dólares la hora; y que la suma del día laboral le reporta al obrero de una armadora, o al agricultor –o recolector, como millones de migrantes trabajan sus tierras para hacerlos mundialmente ricos-, incluso deduciéndoles “las taxas” es de alrededor de los 40 a 50 dólares. (Aunque en comida, calzado, vestido y más, se gastan casi lo mismo).

Y es que, insisto, no sería nada más injusto e ilícito, en la historia de las luchas sociales y sindicales del país, que se aprobara la iniciativa en cuestión, ya que su propuesta de alquiler por horas, semanas, o meses a la mano de obra en la industria, el campo el comercio y/o servicios. Por lo que contratar como quien dice “casi a destajo”, tal y como se ya explota a cientos de miles de trabajadores de la industria maquiladora, textil, agropecuaria y muchísimas otras ramas y oficios de los diversos sectores económicos, incluidos desde luego las horas-hombre en oficinas privadas, y hasta públicas, o descentralizadas, sería sumamente injusto e inconveniente, pues se legalizaría y justificaría la explotación de la clase trabajadora, para no proporcionarle las prestaciones de ley, brindarle la seguridad social, defraudar al fisco, enriquecerse ilícitamente y empeorar la situación económica, política y social en el país, por si no fueran pocas las calamidades, desastres y riesgos que nos hereda la administración caledronista.

Luego entonces la iniciativa de fallas multicitada, tiene como propósito principal retroceder en materia de contratos colectivos de trabajo, así mismo alcanzar mucho mayor flexibilidad y con ello ventajas patronales, de las que ya existen y se practican, como por ejemplo contratar a los jóvenes recién egresados de universidades, tecnológicos y escuelas técnicas y de servicios, con el menor sueldo posible, sin disfrute de vacaciones -duran sin gozar esta importante prestación años y años-, seguro social; y si acaso, dados de alta con uno, o dos salarios mínimos -en complicidad de patrones y el Seguro Social, porque están conscientes de esta práctica ilícita-, jornadas laborales de hasta doce horas, cero aguinaldos y del pago justo de reparto de utilidades, despedidos injustificados, o castigos indebidos con descuentos de días de trabajo. Por otro lado los trabajadores siempre están siendo acosados, amedrentados, amenazados de despido y hasta acosados sexualmente, actitudes indignas que muchas veces lamentablemente tienen que soportar los trabajadores con tal de no perder su único empleo, ingreso y sostén económico. (En México se han dejado de crear en el gobierno del “empleo”, más de 6 millones de ellos,… uno por año).

El sustento de esas irregularidades en la desprotección de los trabajadores se escudriña en el artículo 899, que contiene los llamados requisitos de procedibilidad, sin los cuales no se dará siquiera trámite a una demanda laboral en exigencia de sus derechos, en la que se exige que los trabajadores inconformes entreguen a la Junta una lista con sus firmas y datos personales, que desahoguen previamente un procedimiento de afiliación supervisado por la autoridad y obtengan una certificación favorable por parte de ésta, …bla, bla, bla. Ahí están plasmados ilegalmente los deseos de los patrones, de eliminar a los sindicatos y las demandas justas de los trabajadores ante la explotación indiscriminada de los patrones.

Por tales razones no se debe autorizar, sin previo análisis y verificación a fondo de cada uno de sus más de sus 400 artículos, la viabilidad de aprobación, o no, -más bien que no-, de dicha reforma laboral. En virtud de que, en resumen:
- Porque viola, quebranta y vulnera sustancialmente los derechos de los trabajadores mexicanos.

- Porque los contratos a prueba, por horas, o meses, asì como la eliminación del Contrato Colectivo, y las restricciones al derecho de huelga, se quieran proponer como algo bueno para el país y para los trabajadores

- Porque fomenta la contratación por periodos cortos de tiempo, renovándoles sus contratos y manteniendo políticas de terror por despido, sin garantías de antigüedad, prestaciones y exigencias de aumentos de suelo, entre otras más calamidades y actitudes criminales.

- Porque se corre el riesgo de que con tales reformas se beneficien de manera concerniente a una pequeña minoría burguesa, a unos cuantos vivales empresariales y que además creen mayor pobreza desigualdad e injusticia social.

- Porque afecta a toda la población, a los trabajadores y trabajadoras, a las empresas privadas, a los organismos descentralizados, a los empleados públicos federales, a los empleados estatales, a los empleados del gobierno del Distrito Federal, a los empleados municipales, etc.