Nuestra plaga de chinches: por Socrates Campos

¡QUE CONSTE,… SON REFLEXIONES!

En los Estados Unidos sufren una epidemia de chinches, hay chinches en las universidades, en los departamentos, en los hoteles, en las casas, dicen que después de que prohibieron el uso del DDT, las chinches han proliferado a tal punto que en el exclusivo Hotel Woaldofrd Astoria, se han recibido demandas de huéspedes por la contaminación y el ataque nocturno de chinches, por tal motivo, un grupo de funcionarios de salud aliado con investigadores y científicos, están reunidos para investigar la mejor forma de liquidar las chinches en ese país. Si por ejemplo en México se hubiera reconocido que teníamos una invasión de chinches, con seguridad, algún embajador hubiera protestado, algunos políticos del PAN hubieran acusado a los viejos del PRI de dejarles esta plaga, los del PRD dirían que es una acción concertada de la derecha y de la CIA para chuparles la sangre a sus escuálidos dirigentes, los del Verde, asegurarían que esta es una maniobra de las trasnacionales para que con este pretexto se liquiden las normas de ecología y, propondrían llegar a un acuerdo con las productoras del DDT, en algún cuarto cerrado de Hotel en Can Cún, porque es ahí donde se dan las transas sin que se den mucho color los enemigos de la protección a la naturaleza en este país. Los miembros de la iglesia declararán que las verdaderas plagas y chinches son las muchas iglesias que se anuncian por televisión y que engañan a la gente con poder encontrar a Dios, en esos templos; los policías, dirán que esta es la mejor forma de poner chinches venenosas en los sitios de reunión o de escondites de los narcos y, claro está que, en las prisiones, las chinches son cosa normal, a todos les sacan la sangre y por ello las mejores chinches de las prisiones son sus funcionarios, los abogados y los policías que van por las cuotas para que sigan sangrando a las familias de miles y miles de presos que, dice el Secretario, García Luna, no tiene las cifras de las familias afectadas por los miles de “criminales” que han metido a la cárcel en este gobierno.



Y por si esas noticias no fueran mejores que las que se dan con las generadas por los policías que matan y disparan a diestra y siniestra, por los asesinatos que vemos todos los días que se producen en el país, con los descuartizamientos y descabezados que, dice el presidente, no se deben “publicitar” porque damos una pésima imagen del país al grado que, dice en Davos que, ni hay niños en los grupos criminales y si “bien existe una violencia dura, el país, es seguro para los inversionistas”, menos para los mexicanos que estamos en un campo de guerra y en una guerra preventiva y represiva de parte de la autoridad, no sea que se les ocurra copiar los sistemas de Egipto para demandar la caída del gobierno y de sus funcionarios.



Y como no queremos caer en el juego de las notas pésimas, diremos que nos impactó la nota de que, un señor, mata a su señora porque contesta el teléfono celular cuando estaban realizando “el amor”. No hay duda que, seguramente, el señor, estaba en lo mejor, en lo más apasionado, poniendo los ojitos en bizco, jadeando y es lógico que si entra una llamada de celular a la mera hora que están en lo mejor o él piensa que están en lo mejor y, la señora, contesta y se pone a platicar en vez de mover el bote, el viejo, se encabrone de tal manera que la mata… y esto debería ser tomado en cuenta como experiencia para muchas señoras que, nomás llega el viejo, y lo primero que dicen es: “No sabes que día, lavando, planchando, arreglando la ropa, haciendo las comidas, llevando a los niños y luego, teniendo que atender a las cuñadas que no vienen a visitarnos sino a criticarnos y llevarle chismes a la suegra, en fin, tengo un dolor de cabeza horrible, así que, cenas y te duermes, viejo. Por ello, la recomendación que nos hacen algunos cuates que sufren de este problema, es tener, siempre a la mano, y varios paquetes de mejorales y antes de llegar a casa enviarlos con un ramo de rosas a la señora y decirle que se las puede tomar porque son pastillas que la llevarán a dormir bien y cuando digan que no les sirvió para nada porque siguen despiertas, se le podrá decir que más bien se equivocaron, pero eran para calmar los dolores de cabeza y como no les duele la cabeza ni tienen sueño, pues, entonces, hay que “hacer el amor” y todo listo, no se llega al extremo de asesinarlas porque contestan el teléfono, cuando están “haciendo el amor,” con el viejo.



En fin, triquiñuelas hay muchas, lo que es verdad es que efectivamente los mexicanos tenemos una plaga de chinches, pero en el gobierno, en las oficinas de seguridad, en las de hacienda, en las de trámites, en la presidencia de la República , en la Cámara de diputados y de senadores, de tal forma que, los animalitos, han contagiado a los funcionarios y diputados, empresarios y banqueros, a los policías, porque todos ellos lo primero que hacen es sangrarnos, como chinches, sacando y nutriéndose de la sangre de los mexicanos. Tal vez, si observamos bien los resultados para liquidar a la plaga de chinches en los Estados Unidos, lograremos liquidar a las chinches que nos joden y desangran en el país… cuando menos, les podremos dar un buen susto, pero es mucho pedir, lo mejor es ver los acontecimientos en Egipto y tener el valor de luchar en las calles para exigir a los políticos, empresarios, comerciantes, funcionarios. Banqueros y policías que nos respeten y cumplan con su obligación y no anden sacando sangre de cualquiera que se deje o de cualquier ciudadano inocente y desamparado…abusados, algo dejan las noticias…