Guerra de encuestas: Cada santo alaba su bordon... Por Isauro Gutierrez

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Por Isauro Gutiérrez Hernández

Cada santo alaba su bordón, dice el dicho popular y se aplica exactamente a la difusión de encuestas por parte de los candidatos al gobierno del estado, quienes las mandan hacer con la finalidad de usarlas como herramientas de difusión. Las encuestas las gana quien las paga, parece ser la premisa, porque cada partido político exhibe las que le son favorables y con ello pretenden engañar al electorado.

Un ejemplo de lo que está ocurriendo, es lo señalado por SILVANO AUREOLES CONEJO, quien acusó a la abanderada panista LUISA MARÍA CALDERÓN, de “mandar a hacer una encuesta” en la que él aparece en el tercer lugar de las preferencias. “¡Se vale soñar! Eso se llama masturbación mental, fantasía, ilusión o de plano quererse mucho”, puntualizó

Claro que en las encuestas que manda hacer el abanderado perredista, seguramente él es quien encabeza las preferencias electorales. El mismo argumento ha sido esgrimido por el dirigente nacional del tricolor HUMBERTO MOREIRA, quien asegura que su candidato FAUSTO VALLEJO va a la cabeza.

Cada herramienta tiene su aplicación y cuando se utiliza para otros fines, a veces la herramienta resulta dañada, es como querer utilizar unas pinzas, como si fueran martillo, el resultado será el daño de las pinzas y el objetivo no se habrá alcanzado. Lo mismo ocurre con las encuestas, que son una herramienta muy útil para la toma de decisiones internas. En el ámbito político, las encuestas tienen el propósito original de conocer lo que piensa electorado respecto a los candidatos y sus propuestas de campaña.

Cuando un partido o candidato pagan a una empresa por realizar una encuesta, debe exigir que sea lo más apegada a la realidad posible, para conocer sus debilidades y fortalezas, para definir estrategias de campaña que permitan corregir los errores y reforzar las actividades que le son favorables.

Las encuestas, utilizadas como herramienta de difusión, no sirven para el propósito original de su creación, por lo que al ser utilizadas de esa manera, pierden su utilidad y, lo más grave, la credibilidad entre el electorado.

Estilo priísta, superado y corregido por el PAN

Cuando el Partido Acción Nacional era oposición, una de sus principales críticas a los gobiernos priístas era la utilización de recursos públicos, como herramientas de promoción política a través de los programas sociales. Desde hace más de un año, los michoacanos han percibido una intensa actividad política a través de las delegaciones federales.

Programas como los de setenta y más, Progresa, cemento para piso firme, láminas galvanizadas y hasta pies de casa, a través del Fondo Nacional de Población que dirige SALVADOR LÓPEZ ORDUÑA, han estado entrando a comunidades y colonias de la entidad por conducto de los líderes populares, quienes comprometen el apoyo político de sus seguidores a favor del Partido Acción nacional.

Esto ya ha sido denunciado hasta el cansancio por los opositores al panismo, pero no han podido configurar una acusación delictiva y sólo se ha quedado en el aspecto mediático.

La historia nos dice que cuando la derecha o la izquierda asumen el poder, la única manera de arrebatárselo es a través de movimientos armados, porque en ambos casos, se trata de regímenes dictatoriales que se asumen como los únicos poseedores de la verdad y echan mano de todos los recursos posibles para conservarse en la cúspide.

La institucionalización de los programas sociales como arma de lucha política fue a partir del gobierno de CARLOS SALINAS DE GORTARI, a través del programa SOLIDARIDAD, mismo que ahora siguen utilizando los panistas, asignándole denominaciones diferentes pero que, a final de cuentas, ofrece el mismo resultado.

El perredista SILVANO AUREOLES CONEJO llamó a “defender a Michoacán” de los 15 mil mapaches que LUISA MARÍA CALDERÓN HINOJOSA “quiere contratar para comprar votos”. El famoso turismo electoral que también fue detectado ya por el órgano electoral, con miles de nuevos michoacanos que recientemente acreditaron se vecindad en el estado.

La franquicia de los “mapaches” que antes era exclusiva del PRI, ahora es utilizada por todos los partidos políticos, de izquierda o de derecha, a pesar de los ajustes que se han venido dando a la legislación electoral para evitar ese tipo de prácticas.

Una vieja sentencia dice que quien hace la ley, hace la trampa y como finalmente, los diputados, quienes se encargan de hacer leyes, representan los intereses los partidos políticos que los llevaron a esa posición, siempre dejan ventanas abiertas para el juego sucio. Esto parece un callejón sin salida.