Los autoritarios de “izquierda”... Por Luis Patiño

Por Luis Patiño

El año 2011 ha sido sin duda el peor año electoral de la historia del PRD en Michoacán, un partido que en poco menos de 10 años de gobierno ha pasado de ser la alternativa de vanguardia para Michoacán, ha ocupar el tercer lugar en las preferencias y perder la gubernatura a manos de su más odiado adversario : el PRI.

Encontrar las causas de este histórico descalabro, así cómo definir los rasgos generales de la carta de navegación para los próximos años de la izquierda electoral en el país, supera en mucho los apuntes de esta entrega. Lo obvio, lo inmediato, es recuperar la confianza de los ciudadanos, empero no veo acciones claras, organizadas, que constituyan líneas de política en ese sentido.

Por el contrario, por lo menos en la entidad, las incongruencias siguen siendo el sello distintivo del PRD.

Como si se careciera de historia, las distintas sensibilidades socialistas o intelectuales que abrigaran en un primer momento al esfuerzo partidista, hoy brillan por su ausencia, de igual forma, como si carecieran de notables, los ex-secretarios de estado, ex legisladores locales y al Congreso de la Unión, dirigentes territoriales y toda una pléyade de dirigentes comunitarios que contaban con capacidad y autoridad moral para convocar impresionantes movilizaciones totalmente voluntarias, parece que nunca militaron en el PRD. No aparecen o no son incluidos, que es peor.

Ni siquiera los viejos y anacrónicos medios que la izquierda usó hace más de 100 años, por medio de los famosos manifiestos se dejan ver en la práctica de las tribus perredistas. Nadie se atreve a explicar las causas de la derrota, más aún, parecen interesados en ocultar, en maquillar la realidad que les fue adversa y sólo atinan en culpar “a la derecha” de su capitulación.

Lo que domina en el PRD son declaraciones unidireccionales con el carcomido tufillo de lo vertical, que lo máximo que esperan de la ciudadanía y de la militancia es su adhesión inquebrantable al lider de turno, sea quien fuere, así carezca de experiencia, así haya sido una de las principales causas del naufragio. Así sea rechazado socialmente.

Declaraciones con el lenguaje de lo antiguo, que son lo contrario a la participación ciudadana, que por el talante en que se pronuncian generan de inmediato confrontación y no consenso como se predica.

Es el clásico discurso de arriba hacia abajo, que basa su alcance en la difusión en los medios, pero que no constituye una relación democrática ni con sus militantes y mucho menos con los ciudadanos a quienes pretenden representar.

Es toda una apología a un viejo mundo que ya solo existe en las cabezas de las élites sociales y políticas más oxidadas, a las que por cierto la teoría política las clasificaría como “derecha”, pues bien, el PRD en Michoacán es un partido que se dice de izquierda con prácticas de derecha.

Me produce vértigo la indignación e impotencia que produce el atestiguar decenas de asaltos en pleno Boulevard García de León ante la inoperancia o el consentimiento de la policía estatal; ya no digamos el cobro de cuotas a las combis, taxis, pequeños comercios y desde luego a empresarios cuyo único pecado es contar con algún recurso adicional. Ante esta realidad, no existe una mínima reflexión, un argumento por más simple que parezca, mucho menos entienden la necesidad de una cultura de participación plural y horizontal, cultura que se impulsa desde la caída del muro de Berlín y en nuestro país, se remonta al movimiento estudiantil popular de 1968.

Eso, pocos lo entienden en el PRD de Michoacán.

A finales de los 90´ los partidos de oposición al PRI lograron capitalizar para sí, el descontento de la sociedad logrando la mayor representación de la historia en la Cámara de Diputados, hoy en día, me parece simplemente suicida registrar a cientos de desconocidos para aspirar al poder legislativo, ya que muy poca gente se va a sentir representada en un proceso cerrado, vertical y elitista.

Ya va siendo hora de sustituir la idea de “Puestos para todos” por la de “mejorar la calidad de la democracia” .

So pena, de repetir el humillante tercer lugar.
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