Nueva Jerusalen: fanaticos vs duros

Luis Patiño

El malestar contra el magisterio democrático es casi unánime al abandonar las aulas y con ello, a la infancia michoacana, ya casi por tres décadas; en la Nueva Jerusalén, contrario a su costumbre, impulsan estrictamente el cumplimiento del calendario escolar.

¿A que se debe este cambio de actitud? El ala sindical del magisterio auto denominada democrática, jugaron un papel de privilegio en la administración del godoyato al contar con interlocución directa con la titular de la dependencia, tan “intima” que la frontera entre la CNTE y la SEE, se hizo tenue y fácilmente confundible en sus funciones.

La CNTE influía en el ejercicio presupuestal, en los nombramientos y cambios de adscripción, en las políticas educativas y hasta organizó un Congreso de Educación Popular (financiado totalmente con recursos públicos) el cuál disputaron su paternidad los pre candidatos a la gubernatura por el PRD.

Sus demandas al gobierno encabezado por Fausto Vallejo, paulatinamente se vienen endureciendo y ya desde el fin de semana comenzaron a pedir la destitución de la nueva Secretaria de Educación María Teresa Herrera. En una clara estrategia de reposicionamiento y de “calar” a la administración Vallejista.

Calculadores en su estrategia, los democráticos sabían que un ingrediente para doblegar al nuevo gobierno del PRI, podría ser la generación de conflictos sociales y uno que se les presentó con gran oportunidad es el de la llamada Ermita, ubicada en el municipio de Turicato.

La Nueva Jerusalén, creada desde los años 70’, producto de una escisión de la iglesia católica, que fue incapaz de canalizar las disidencias internas, se constituyo rápidamente, no sólo en una secta con sus propios y particulares procedimientos de entender la fe en la Virgen del Rosario, sino como un auto-gobierno, donde los poderes constitucionales nada o poco tuvieron que ver.

Esta ínsula de “poder celestial”, co existió con los gobiernos del PRI y las dos administraciones del PRD, quienes toleraban a cambio de votos, los primeros, o de márgenes de gobernabilidad, los segundos, los usos y costumbres de los fanáticos de la Nueva Jerusalén.

Entre otras normas, imponía mantenerse “puros y aislados” del resto de la sociedad. Es decir, mantener su autocracia.

Tales son las causas de la reacción violenta que los nuevos dirigentes religiosos han tenido, de cara a la instalación de una escuela pública.

De esta forma, más allá de la libertad de culto y de los derechos a la educación de los niños de esta pequeña comunidad, asistimos a la confrontación de interese de grupo, por encima de los de la sociedad michoacana: fanáticos religiosos que luchan por conservar su poder absolutista, enfrentados a los intereses del magisterio democrático empeñado en organizar un verdadera lucha de desgaste al gobierno de Fausto Vallejo.

Una semana en medios nacionales donde se retrata el atraso y la ignorancia en que vive la comunidad, cinco días de clase perdidos, agudización de los rencores y la atención de la contingencia, que obtiene alternativas de corto plazo como es la instalación de una escuela en un terreno “neutral”, es el saldo del conflicto.

Dependiendo de la eficacia de los operadores políticos de Vallejo Figueroa, se podrá alcanzar una pausa. Contener la escalada de violencia ante el inminente desbordamiento de las pasiones y respirar tranquilos… hasta que nuevamente surja el conflicto y volvamos a ser noticia nacional.

Tal vez encuentren, en la aplicación irrestricta de la ley, una salida de largo aliento. Hago votos, que así sea.